La mañana bien podría ser la de un Lunes de Pentecostés cualquiera: un mar de cabezas asomado a esa extraña y caótica procesión de la Virgen del Rocío llevaba por los almonteños, celosos guardianes de la fe rociera. Pero era la de un 20 de marzo en la que Huelva ha plasmado en bronce su pasión por esta romería ancestral, festiva y devota con la inauguración de un monumento que, a tamaño real, detiene ese momento mágico del deambular del paso de la Virgen por las calles de la aldea.
Toda la parafernalia y símbolos rocieros han adornado el momento: cohetes que dibujan efímeras nubes blancas en un cielo azul radiante, suelta de palomas que se pierden distraídas, tamborileros zurrando el parche, y sevillanas, salves y vivas dedicadas a la Virgen del Rocío.
Realizada en bronce, la escena escultórica es obra de Elías Rodríguez Picón y representa un momento de la procesión con la Virgen llevada a hombros por 60 almonteños. La obra tiene unos 4,3 metros de altura, con 4,5 metros de fondo y tres de ancho, con un peso aproximado de 6.000 kilos.
El autor de la obra mostró su satisfacción por haber podido "darle final a un sueño" que comenzó en 2005, cuando un grupo de rocieros de la ciudad constituyeron una comisión pro-monumento a la Virgen del Rocío. Detalló que ha copiado fielmente a la patrona de Almonte, así como toda su orfebrería, y que el rostro de muchos de los almonteños que portan la imagen pertenecen a personas reales, todas ellas muy vinculadas al Rocío, como los dos santeros más antiguos. "He querido plasmar la fe de Huelva y del mundo entero por la Virgen", aseguró.
El alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez, confesó haber vivido este domingo "uno de los momentos más emotivos" en sus 16 años como regidor y explicó que el monumento a la Virgen del Rocío pone de manifiesto "una de las señas de identidad más importantes de los onubenses".
El conjunto escultórico se ubica en la céntrica plaza del Punto, a muy pocos metros de otro monumento que también refleja "la identidad" de Huelva y que fue inaugurado el pasado 20 de enero, el de Cristóbal Colón.
Toda la parafernalia y símbolos rocieros han adornado el momento: cohetes que dibujan efímeras nubes blancas en un cielo azul radiante, suelta de palomas que se pierden distraídas, tamborileros zurrando el parche, y sevillanas, salves y vivas dedicadas a la Virgen del Rocío.
Realizada en bronce, la escena escultórica es obra de Elías Rodríguez Picón y representa un momento de la procesión con la Virgen llevada a hombros por 60 almonteños. La obra tiene unos 4,3 metros de altura, con 4,5 metros de fondo y tres de ancho, con un peso aproximado de 6.000 kilos.
El autor de la obra mostró su satisfacción por haber podido "darle final a un sueño" que comenzó en 2005, cuando un grupo de rocieros de la ciudad constituyeron una comisión pro-monumento a la Virgen del Rocío. Detalló que ha copiado fielmente a la patrona de Almonte, así como toda su orfebrería, y que el rostro de muchos de los almonteños que portan la imagen pertenecen a personas reales, todas ellas muy vinculadas al Rocío, como los dos santeros más antiguos. "He querido plasmar la fe de Huelva y del mundo entero por la Virgen", aseguró.
El alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez, confesó haber vivido este domingo "uno de los momentos más emotivos" en sus 16 años como regidor y explicó que el monumento a la Virgen del Rocío pone de manifiesto "una de las señas de identidad más importantes de los onubenses".
El conjunto escultórico se ubica en la céntrica plaza del Punto, a muy pocos metros de otro monumento que también refleja "la identidad" de Huelva y que fue inaugurado el pasado 20 de enero, el de Cristóbal Colón.
Fuente: El Mundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario