La última vez que la Virgen salió por su
aldea vestida como lo hará este lunes de madrugada, con esa peculiar
impronta decimonónica que le confieren las ráfagas “de pincho”, fue en
1906 y no en las fechas de la Romería. Aquel año la Virgen del Rocío salió en
el mes de septiembre en procesión extraordinaria –la primera documentada en su
historia– en desagravio por un escabroso suceso poco
mencionado en la bibliografía rociera: la muerte a puñaladas de un
hombre en el interior del santuario el 18 de agosto, coincidiendo con
las celebraciones del Rocío Chico.
La víctima, un almonteño llamado
Agustín, había salido en defensa de un “pobre anciano”, vecino de
Hinojos, que estaba siendo increpado en una taberna por tres sujetos, un padre
y dos hijos, apellidados Maraver. “La cuestión se agrió de tal manera que los
agresores, provistos de sus correspondientes cuchillos, se arrojaron sobre el
almonteño. Éste a su vez se aprestó a la defensa, consiguiendo herir al padre y
a uno de los hijos”, relata la noticia aparecida en El Correo de
Andalucía y encabezada por el título “Horrible crimen”. Al verse
desarmado en la pelea, la víctima salió huyendo para refugiarse en el
santuario, pero hasta allí le persiguieron sus agresores para darle muerte.
“Las personas que había en la ermita huyeron horrorizadas al presenciar el
suceso”. Considerando profanado el templo, el capellán, prosigue la
noticia, suspendió los cultos y clausuró la iglesia hasta su consagración. El
santuario permaneció cerrado hasta el 23 de septiembre, fecha en la que se
bendijo nuevamente la iglesia y se abrió al culto. Con tal motivo, la Virgen
procesionó de manera extraordinaria por los alrededores de la ermita sobre la
peana de madera del paso antiguo, sin palio, y con los mismos atributos que
lucirá esta noche (la foto de arriba es de esa salida), cuando la Patrona de
Almonte salga en procesión extraordinaria por su recorrido habitual de cada
Pentecostés para realzar la conmemoración del bicentenario del Rocío Chico
(1813-2013).
CORREO DE ANDALUCIA
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