lunes, 13 de julio de 2009

HISTORIA DEL ROCIO CHICO. I


EL ROCIO CHICO

La invasión francesa de nuestro país (1808-1814), no paso desapercibida en el mundo rociero de entonces. Ya en Mayo de 1808, cuando la ciudad de Sevilla se alzó contra el invasor francés el 27 de Mayo, Almonte, representado por sus Cabildos secular y eclesiástico y personas relevantes de la sociedad, reunido como era costumbre en la Sacristía de la Parroquia de la Villa, firmaron un documento de adhesión con la capital.
Dados los acontecimientos que se presagiaban, la Virgen fue traída a Almonte el día 11 de Enero del año siguiente para que protegiera a su pueblo. Cuando los franceses llegaron a Almonte, la Virgen ya estaba en la Iglesia.

EN ESTA FOTO, EL PAÑUELO QUE PROTEJE SU DIVINO ROSTRO , ESTA INSPIRADO EN EL SOL DEL SIMPECADO DE PILAS. FUE REGALADO POR LOS SACERDOTES DE ALMONTE A LA VIRGEN, Y LO REALIZO DON JAVIER ANGUAS PORRAS, HERMANO DE NUESTRA HERMANDAD PILEÑA.


A mediados de Agosto de 1810, el ejército francés reclutaba hombres en Almonte para organizar una milicia cívica. Ante los atropellos sufridos, un grupo de 39 hombres del pueblo, asaltaron en la noche del 17 de Agosto de 1810, la casa nº 7 de la calle del Cerro (perteneciente a la familia Cepeda y anteriormente a los Ortíz Abreu) donde se encontraba el cuartel general del Capitán francés Pierre D'Ossaux , dándole muerte junto con otros cinco soldados franceses.

El mariscal Soult, jefe de las tropas de Andalucía y que se encontraba a la sazón en La Palma del Condado, ordena en represalia al día siguiente, 18 de Agosto, enviar una partida de ochocientos infantes para que saquearan, degollaran e incendiaran el pueblo de Almonte.
Mariscal SoultAnte ello, los almonteños se encomendaron a su Patrona y ante la inminente masacre, pasaron la noche del 18 al 19 de Agosto junto a la Virgen pidiendo su protección, mientras que los cabildos eclesiástico y secular de la villa estaban presos.
De forma inexplicable, los ochocientos infantes jamás llegaron a la Villa de Almonte ya que recibieron la orden de volver, salvándose la población del castigo francés. Apagada la sed de venganza, se conmutó la sentencia por un impuesto dinerario.
Dos años después, a finales de 1812, los franceses abandonaron Andalucía y un año después, el pueblo de Almonte hizo solemne Voto de Acción de gracias a la Virgen del Rocío por haberse librado de las represalias de Soult en 1810.
El Acta, con fecha 16 de Agosto de 1813, fue firmada por los Cabildos secular, eclesiástico y la entonces Venerable Hermandad de la Reina de los Angeles, María Santísima del Rocío, (hoy Hdad Matriz) en la Sacristía de la Parroquia de la Asunción y dice textualmente:
"En nombre de Dios Nro. Sr. Todopoderoso, amén. En la villa de Almonte, á diez y seis dias de Agosto de mil ochocientos trece años: Estando los Señores que componen los Cavildos Secular, Eclesiástico y Venerable Hermandad de la Reyna de los Ángeles, María Santísima del Rocío que abajo firmarán y señalarán como acostumbran, en la Sacristía de la única Iglesia Parroquial de esta nuestra villa por ante mi el Escribano-Secretario del Ayuntamiento Constitucional y Hermano Mayor de la referida Hermandad, para tratar y conferenciar las cosas pertenecientes á el justo y devido reconocimiento en que devemos vivir y demostración en alguna parte de la acción de gracias que devemos tributar a tan Soberana Imagen, acordaron lo siguiente: En este acta se hizo presente por el Sr. Presidente, que son tantos los innumerables prodigios y aún conocidos Milagros, que ha obrado la Reyna de los Ángeles María Santísima del Rocío en todas las Epocas desde su memorable y sagrada aparición con esta villa y todos sus Naturales y Ciudadanos, que han tenido el onor de visitar su Hermita, que los ha obligado aún en los climas mas remotos de Ultramar a fundar Capellanías y establecer monumentos de gratitud; y sin atender á los singulares veneficios, que en la antigüedad ha merecido esta afortunada Población de tan Soberana Imagen, contrayéndose los que abajo firman solamente á el Prodigio que los ha estimulado á la reunión de voluntades de que se hará expresión, no pueden menos (para que en todo tiempo conste y que los venideros puedan aumentar su devoción hacia tan soberana Madre, que después de Dios nos hace existir) que manifestar: que por la desgracia de los hados se hallaba el Reyno sumergido en el mayor abatimiento por la intriga de los favoritos, que havían conseguido dejar á la Nación Española en la mayor miseria, extrayendo de este Hermoso Reino lo mas florido de sus tropas á Payses estrangeros ha servir á el más inaudito y feroz Tirano que se ha conocido, Napoleón, Emperador de los Franceses, entregándole vajo los pretextos capciosos las Fortalezas que dividen este Reyno de el de Francia, y aún la misma capital Madrid; hasta que el diez y nueve de Marzo de mil ochocientos ocho improbisamente, y sin que pudiera prebeerlo la astucia del faborito, se levantó una gloriosa revolución en el Real sitio de Aranjuez, por la qual abdicando la corona Nuestro Católico Monarca el Señor Don Carlos quarto en el Señor Príncipe de Asturias, proclamándolo, reciviéndolo y jurándolo toda la Nación inmediatamente por su legítimo Rey, que lo es Señor Don Fernando Séptimo (Que Dios Guarde muchos años); con cuya novedad ocurriendo el Tirano á nuevos ardides de su felonía intentó engañar, como lo hizo, a nuestro Joben Monarca, llamándolo para conferenciar en la ciudad de Bayona, como Población rayana del Reyno de Francia, baxo de las palabras de Honor y seguridades, que no dejaron la más leve duda, á el más virtuoso de los Monarcas, arrebatándole así mismo todos los Señores Reyes e Infantes de la Casa Real con tal escándalo, que por que el Patriota Pueblo Español, Madrid, trató de impedir la salida del infante D. Antonio y demás Personas de la Casa Real, que aún existían en aquella Capital, tomando la mano y haciéndose parte el digno satélite del Tirano Emperador, Murat, tan sanguinario como su Amo, sacrificó à las primeras víctimas de nuestra sagrada revolución el dos de Mayo del mismo Año de mil ochocientos ocho, tratando a dicha Capital, como el Pueblo más enemigo y revelde, degollando y destruyendo la Población en los términos más inauditos; teniendo la avilantez (por estar guarnecido con un formidable exército de ochenta mil hombres, con el qual se crehía señor de la valiente y nunca vien ponderada Nación Española) de expedir un bárbaro Decreto imponiendo pena de la vida à el español que matase un Francés, y la de incendiar, saquear y degollar la Población y sus Habitantes, donde se encontrare derramada la sangre Francesa; cuyo execrable atentado irritó el generoso corazón Español en tales términos, que no acobardándolo lo numeroso y aguerrido de las Tropas enemigas, que contavan con ochenta mil bayonetas y más de cien mil cavallos, levantó el sagrado grito de la livertad de su Religión, adorado Monarca y Amada Patria declarando abiertamente la Guerra á el espresado Tirano; quien creyendo acabar con la Nación arrojó un formidable torrente de tropas a las Andalucías y el Pueblo, que defendía su justa causa, los destruyó y derrotó en la nunca bien ponderada vatalla de Baylén, el diez y seis de Junio del mismo Año; con cuyo hecho irritado más y más el Tirano se arrojó personalmente el dos de Diciembre del citado año, aunque disfrazado, á la expresada capital, Madrid, con un torrente de Tropas, que inundaron las Provincias por donde transitaron y se extendieron a la mayor parte de la Península Española. En cuyo miserable estado, y careciendo de fuerzas humanas, en general y particular, el Mariano y Católico Pueblo Español ocurrió á las divinas, impetrando en tanta necesidad y aflicción el auxilio del Todo Poderoso, y especialmente el Pueblo de Almonte, no arrebiéndose por sí mismo por carecer de méritos á rogar al Señor de los Exércitos por la prosperidad de la Nación, se arrojó a los Piés de las Reyna de los Ángeles María Santísima, Nuestra Madre y Señora del Rocío; pasó en devoto Procesión de Penitencia ante su Hermita, de donde en ombros de la feé, con admiración de la Península la trasladó á esta única Iglesia Parroquial el día once de Enero de mil ochocientos nueve, desde el qual principiaron las rogativas públicas y secretas, cantando todas las noches infaliblemente la Salve con asistencia de todo el clero, iluminación de la Parroquia y concurso del más devoto de los Pueblos Marianos, por cuyas súplicas, y lo que es más, por el conocido y decidido empeño de la Reyna de los Ángeles María Santísima, en faborecer á sus devotos, se ha conseguido la existencia de este Pueblo; pues el veinte y ocho de Febrero del año de mil ochocientos diez, haviendo ocupado los enemigos las Andalucías y este nuestro hermoso País, reciviendo la Autoridad de esta villa una leve proclama del General Español Santistevan, que estava con muy poca Gente en la villa de Niebla, pidiendo auxilio combocó y alarmó esta Población haciéndola levantar en masa contra los Franceses, en cuyo acto se recibió a las dos de su madrugada un oficio del Comandante Francés, el Príncipe de Aremberg, mandando se le remitiese inmediatamente un crecidísimo suministro para sus tropas, que llenas de mayor orgullo se hallaban en la villa de La Palma; y en lugar de obedecer su mandato este Pueblo generoso, prendió á el conductor (del oficio) y continuó su proyecto de pasar á Niebla á dar auxilio al General Español, y quando llegó en aquella madrugada á las Alturas de dicha villa de Niebla se encontró con las tropas Francesas dentro, y que se ignorava la ruta, que havían tomado las Españolas; por cuya causa venida la noticia á esta villa se le dio libertad al Propio de La Palma, encargándole el secreto de su Prisión, y lejos de hacerlo así, manifestó cuanto havía advertido, por cuya razón decretó el Príncipe de Aremberg que pasasen cien Dragones a castigar a este Pueblo rebelde y cumplir los Decretos de su intruso Rey; y ocurriendo este Pueblo á su Protectora, Nuestra Madre y Señora del Rocío le estimuló á que cumpliese el Subministro que le pedía, y destinase Diputación para satisfacer á los cargos que le hiciese, y cumpliéndolo así consiguió el Perdón sin sufrir el más leve perjuicio.
CONTINUAREMOS.

5 comentarios:

Pileño dijo...

Tengo entendido que las tropas francesas se detuvieron en Pilas. Preciosa parte de la historia contextualizada en nuestro entorno.

Anónimo dijo...

Efectivamente,mas adelante, veras la parte donde interviene el pueblo de Pilas.Este texto, aparecia publicado todos los años en el ABC de Sevilla hace años, claro, coincidiendo con el Rocio Chico. EN EL BOLETIN DE NUESTRA HERMANDAD MARIO MATEOS escribe sobre este curioso anecdota de las tropas en Pilas, el Boletin es de la romeria del traslado de la virgen a Almonte.

Anónimo dijo...

Efectivamente,mas adelante, veras la parte donde interviene el pueblo de Pilas.Este texto, aparecia publicado todos los años en el ABC de Sevilla hace años, claro, coincidiendo con el Rocio Chico. EN EL BOLETIN DE NUESTRA HERMANDAD MARIO MATEOS escribe sobre este curioso anecdota de las tropas en Pilas, el Boletin es de la romeria del traslado de la virgen a Almonte.

Pileño dijo...

Pues mire el boletin y pude leer todo lo referente a al ROCIO CHICO.

Por otro lado: ¿Por qué en la presentación de la web aparecen imágenes de otras romerias y de otros pueblos?
GRACIAS

Anónimo dijo...

si, efectivamente en la presentación aparecen no romerias de otros pueblos, son todas hermandades del Rocio. Pero esta facilitado por un programa fotografico que no esta montado por esta pagina.